top of page

Agradece a tu madre y despídete de ella

Agradece la vida a través de tu madre.


No esperes a ser madre para entender a tu madre.

Para valorar que te amamantó o pasó noches en vela por ti.

Para entender sus incoherencias o miedos o equivocaciones.

Para sentir que tal vez lo hizo de la mejor manera que supo.

Que ella tampoco sabía nada.

Y fue improvisando.

Porque tu madre también es una niña.

Una niña que tuvo que aprender a quererse.

Que tuvo deseos y sueños.

Que se ruborizaba cuando alguien que le gustaba la miraba.

Que quería ponerse de puntillas bailando y ocupar un poco más de espacio en el mundo, un poco más alto, un poco más que la realidad.

Que, quién sabe, todavía no ha estado en París.

Que se va a morir sin hacer muchas de las cosas que le hubiera gustado hacer.

Que probablemente eres lo que más quiere en el mundo.

Que tal vez no sabe cómo llegar a ti.

A la que igual no enseñaron a no ser fría.

Mírala de frente.

Y dile que la quieres.

Porque te ha dado toda existencia.

Te ha dado todo este mundo para que tú sientas en tus poros lo que es estar enamorada y el mar y una rojez.

Te dio la posibilidad de estar y ser.

En una orilla.

Y si resulta que realmente te hace mal.

Si sólo te jode viva.

Si lo único que hace es quitarte cosas.

Si le dices lo que necesitas y no te hace caso.

Si te juzga, te cuestiona, si resta.

Dale las gracias por cuidarte.

Y despídete de ella para siempre.


Roy Galán

9 visualizaciones0 comentarios
¿Te has quedado con ganas de más?
Únete a nuestra comunidad y consigue aprender a gestionar tus emociones y tu energía vital.

¡Gracias por suscribirte!

Si te ha gustado este post seguramente
disfrutarás leyendo también...

Comparte conmigo tus reflexiones...

bottom of page