Vuelve a vivir la vida con los cinco sentidos.
Me encantan la tecnología y las redes sociales.
Las redes sociales me han permitido conocer personas de diferentes lugares que quizás no hubiera conocido por otro medio.
También la tecnología es un buen complemento a mis relaciones personales: con whatsapp me comunico con mis seres queridos, puedo ver películas y series nuevas en Netflix y compartir documentos con los demás a través del google drive.
Un buen uso de la tecnología suma a nuestra vida.
No obstante, no quiero olvidarme que la base de mis relaciones íntimas es el contacto físico.
A través del contacto cara a cara puedo observar el lenguaje no verbal de la persona, mirarle a los ojos y ver lo que expresan, oler su piel y cuerpo, puedo tocarla o ser tocada y crear un entorno de intimidad tal que me permita abrirme y mostrar mis sentimientos.
El contacto virtual nos ayuda a estar conectado con el otro aunque nos perdemos gran parte del contacto: el tocar, el olor o el calor corporal.
En esta era donde predomina la soledad y el individualismo aunque estemos conectados virtualmente, necesitamos más que nunca el contacto físico como bálsamo y restauración de muchas dolencias.
Las redes sociales se han convertido en sustituto del contacto real en lugar de un complemento.
También actúan de testigo de nuestra vida ante personas que ni conocemos ni nos importan, desvirtuando el sentido de compartir.
Y por supuesto, acentúan la fantasía de cómo es el otro en lugar de conocerlo personalmente.
Mi propuesta es volver a la experiencia del contacto físico.
Conocer gente en una biblioteca o en la cola del cine.
Tocarnos cuando estemos hablando con nuestra amiga.
Llorar juntos. Abrazarnos.
Conocer sitios nuevos en lugar de quedarnos en casa acomodados.
Darnos tiempo para conocer a otra persona.
Agradecer que me sostengan la puerta del metro.
Respirar juntos en silencio sintiendo el calor mutuo.
Utilicemos la tecnología y las redes sociales como complemento, y no como un sustituto de una vida vivida con los cinco sentidos.
Si quieres volver a encontrar la autenticidad y espontaneidad en tu vida, comienza un proceso terapéutico con la Terapia Gestalt.
Sandra Gamero
Terapeuta Gestalt y Formadora profesional
