Cómo contactar con tus guías espirituales
- Sandra Gamero
- 24 sept 2018
- 3 Min. de lectura

Los guías espirituales, si así lo permites, te pueden ayudar en tu vida diaria. Puedes preguntarles acerca de una decisión importante que tienes que tomar, qué puedes hacer para mejorar tu relación de pareja o simplemente que te ayuden a buscar las llaves de casa.
Hay muchas maneras de conectarte con tus guías espirituales: a través de la meditación, de algún oráculo, visualizaciones, en sueños... No obstante, aquí te comparto algunas sugerencias para conectarte con tu guía o guías personales.
Ellos están contigo aunque tú no los sientas o veas. De hecho, nos mandan señales y mensajes a través de diferentes vías pero muchas veces no les prestamos atención. Por ejemplo, a través de intuiciones o corazonadas que si las seguimos, podemos obtener una guía estupenda para nuestra vida.
Por otro lado, es necesario también que les pidamos ayuda. Ellos están dispuestos a ayudarnos en nuestra vida terrenal, pero no pueden interferir si no se lo comunicamos.
Relajación
Lo más importante es comenzar por una relajación. Ponte música suave que te guste, incienso, velas... Y comienza a respirar profundamente para que tu cuerpo relaje todas las tensiones y tu mente comience a ir más lenta.
Armonizar los chakras y anclarnos a la Tierra y el Cielo
El siguiente paso es armonizar tus chakras para expandirlos y así mejorar nuestra comunicación con los guías. Puedes imaginarte cómo estas ruedas de energía van rotando y visualízalas de su propio color (1º: color rojo; 2º: naranja; 3º: amarillo; 4º verde o rosa; 5º: azul; 6º: violeta o lila; 7º: blanco).
También imagina que desde tu primer chakra sale un cordón de color rojo que te ancla al corazón de la tierra y visualiza cómo desde el chakra de la coronilla surge un tubo de luz blanca que te conecta con la estrella más lejana que te puedas imaginar.
Ahora ya estás conectad@ a la Tierra y el Cielo. Es importante estas conexiones con el Cielo y la Tierra para obtener un canal limpio y seguro con nuestros guías espirituales.
Protección
Visualiza una pirámide de color azul que envuelve el lugar donde te encuentras y también una pirámide más pequeñita que envuelve todo tu cuerpo. Ahora ya estás protegid@.
El lugar de encuentro
Una vez “conectad@”, visualiza un ascensor, unas escaleras, un tubo de luz, lo que quieras… por el cual subes. Es importante que el transporte sea hacia arriba, ya que subiremos unas cuantas dimensiones.
Yo a veces subo por un tubo de luz, como si fuera un pasadizo de color blanco y a veces subo por un ascensor, depende de a quién vaya a visitar.
Cuando salgas de tu transporte, imagínate un jardín y una casa o una cabaña, o un templo, una choza… lo que quieras. No fuerces tu imaginación, deja que las imágenes vengan por sí solas.
Entra en esa casa y visualiza a tu guía o guías. No has de forzar ninguna figura. Puede ser que veas la silueta de una persona, una bola de luz, un color... Lo que sea que veas está bien. Es la manera de mostrarse de tu guía.
En mi caso normalmente contacto con uno de mis guías espirituales, que es Merlín. Él normalmente está en un arroyo y siempre voy por el mismo caminito y al mismo lugar.
Bien, una vez se te aparezca tu guía o guías (que también pueden ser varios), salúdale y habla con ellos. Fíjate si desprenden algún color, qué vestimenta tiene, qué sensación te da... Siente también el ambiente del espacio, si está vacío o hay cosas alrededor...
Puedes preguntarle lo que quieras, tu guía espiritual está ahí para acompañarte y ayudarte.
Imagina la conversación, no importa si crees que es producto de tu fantasía o no, da igual. Tampoco importa lo que digas o no digas, no está ahí para juzgarte.
Cuando termines la charla, despídete y vuelve a bajar por el transporte que elegiste.
Paciencia y perseverancia
Quizás no encuentres respuestas de inmediato, o no entiendas lo que te quiere decir tu guía. Deja que esa información se asiente en ti. Deja pasar un poco de tiempo para comprender.
A veces en los momentos más inesperados, por ejemplo cuando te estás duchando, o estás al teléfono hablando, te viene una inspiración o un entendimiento que antes no habías vivido. Por ello, deja que toda la energía que se te ha movido en esta visualización haga su trabajo.
Visita más veces a tu guía espiritual. Puedes convertir esta visualización en una rutina antes de irte a dormir por ejemplo. Cuanto más te acerques a tu guía, más estrecho se hará vuestro vínculo. En este sentido, no difiere mucho de las relaciones personales que mantenemos con nuestros amigos y familiares.
Con el tiempo y la experiencia, tus guías aprenderán también a adaptarse a tu vibración y sabrán cómo transmitirte sus mensajes de forma más clara.
¡Buen viaje!
Sandra Gamero
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