El tiempo terrenal vs El tiempo del Alma

El tiempo terrenal y el tiempo del Alma

Los griegos tenían dos maneras de referirse al tiempo: el tiempo Cronos (de ahí viene Cronología) y el tiempo Kairos.

El tiempo Cronos es el tiempo terrenal, secuencial, que se puede medir, por tanto, es un tiempo cuantitativo.

El tiempo Kairos es el tiempo de Dios, del alma, es el momento oportuno, el tiempo preciso y es cualitativo.

El tiempo Cronos es la manera que tenemos de vivir nuestra vida y organizarla. Es un tiempo controlador, activo y organizado.

Es el que nos marca la hora de levantarnos, la hora de la reunión de hoy y la hora de disfrutar. Es el que nos mete prisa y hace que nos estresemos por no entrar en su esquema.

En cierta manera, nos recuerda la energía masculina de un padre: fuerte y estructurado.

En el tiempo Kairos no se mide el tiempo, sino la participación en él. Es muy importante integrar e incluir este tiempo en nuestra vida actual, para poder disfrutar de lo que tenemos y poder participar en ese tiempo cronos que nos mete prisa. Por eso, este tiempo es de calidad.

Es el que me permite estar conmigo misma, el que me permite descansar, donde siento que estoy conectada con algo más grande que yo (llámalo Universo, destino…) y que esto tan grande se encarga de que las cosas sucedan en el momento oportuno y preciso.

Es la inspiración divina y es estar en sintonía realmente con la vida, con sus tiempos y sus pausas.

Es el momento que sabes que tienes que actuar, es el momento que sabes que no es adecuado hablar y es la inspiración que te viene cuando estás relajado, ese darse cuenta.

Es un tiempo presente eterno, no hay medidas sino presencia continua.

Esta energía es más bien femenina como una madre: nutritiva y receptiva.

Es de vital importancia integrar estas dos partes dentro de nuestra vida: el tiempo Cronos y el tiempo Kairos, nuestro padre y nuestra madre.

Nuestro padre para darnos el impulso y la acción necesaria para hacer que las cosas sucedan y nuestra madre para recibir y disfrutar del proceso y el resultado.

Por tanto, en momentos difíciles es necesario llamar al tiempo Kairos y en momentos de pereza llamar al tiempo Cronos.

Así podremos compensar y equilibrar estas dos energías juntas dentro de nosotros.

Sandra Gamero