¿Te relacionas desde el apego?

¿Qué es el apego?

El apego es la incapacidad de soltar a la persona, objeto o situación amados. Y cuando digo soltar me refiero a no poder dirigir la mirada hacia otro lugar más que al objeto deseado.

El apego en sí no es dañino, realmente considero que incluso es nutritivo.

No obstante, el apego insano tiene que ver con:

• Cuando la relación y el otro se convierte en un sufrimiento para nosotros mismos.

• Cuando dejamos de existir para convertirnos en la extensión del otro.

• Cuando nuestra vida gira alrededor de la persona amada.

• Cuando dependo emocionalmente de otra persona/objeto.

• Cuando dejo de ser yo para convertirme en lo que el otro desea.

• Cuando renuncio a mi dignidad y a mi integridad tanto física, emocional o moral.

• Cuando nuestra vida sin esa persona/objeto no tiene sentido sin ella.

A un nivel de adulto-adulto, el apego nos ayuda a vincularnos y a mantener una relación afectiva sana. Nos proporciona calor en el corazón y el agradecimiento de que el otro esté en nuestra vida.

El problema viene cuando siento que si la persona amada no está, toda mi vida se tambalea. Cuando la persona amada se aleja, me enfado o siento que me abandona. Cuando dejo de recibir el beneficio/placer que me da, me siento vacío, sin sentido.

Por lo tanto, cuando sufres en una relación pregúntate si tienes apego insano.

Si es así, se tendría que revisar los vínculos primarios (mama-papa) para ver en qué parte del proceso con nuestra madre se interrumpió el apego sano que caracteriza esta relación en los primeros años de vida.

Si hubo una interrupción de este apego cuando éramos bebés (recuerda que el apego con nuestra madre era necesario; nos proporcionaba seguridad, protección y la supervivencia), cuando seamos adultos reviviremos toda esta experiencia de nuevo con otras personas.

Cuando sanamos esta parte de nosotros mismos, podemos vivir con mayor libertad, dejar al otro que sea quien sea y permitirnos ser quienes somos sin miedo al abandono.

Sandra Gamero